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Internacional

Insta Bachelet a detener las violaciones de los derechos humanos en Bielorrusia e insta al diálogo con los manifestantes

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Los manifestantes acusan al dirigente bielorruso de haber cometido fraude electoral en los comicios celebrados el pasado 9 de agosto, por lo que mediante movilizaciones sociales han exigido su renuncia.

Redacción

Tras dos meses de protestas populares contra el presidente de la nación, Aleksandr Lukashenko, Bielorrusia ha de romper con los ciclos de creciente represión y violencia, advirtió este viernes la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet.

Los manifestantes acusan al dirigente bielorruso de haber cometido fraude electoral en los comicios celebrados el pasado 9 de agosto.

“Pese a la violenta represión de las fuerzas de seguridad de Bielorrusia y a los miles de detenciones, las manifestaciones masivas pacíficas han seguido impugnando el resultado de las elecciones presidenciales del mes pasado. En ellas también se pide el fin de la violencia policial y que se resuelvan cuestiones más amplias de derechos humanos”, declaró este viernes ante el Consejo de Derechos Humanos la Alta Comisionada adjunta en nombre de Bachelet.

Durante una sesión donde se debatió la situación de las garantías fundamentales en ese país, Nada Al-Nashif, indicó que la clave más importante para una buena gobernanza es escuchar.

No es la única – ya que también hay que actuar – pero escuchar atentamente las diversas opiniones de la gente en el marco de un diálogo auténtico es la única manera de garantizar que el gobierno atienda a sus necesidades, lo cual es su deber”, señaló.

Al-Nashif destacó que tanto la inestabilidad como los conflictos son “destructivos y costosos”.

Recordó también que “cuando los gobiernos limitan las libertades públicas y reprimen las voces independientes, están negándose a sí mismos los beneficios de la participación pública y socavan la seguridad y el desarrollo. La sociedad civil es un socio valioso, no una amenaza; y la libertad de expresión de una pluralidad de opiniones debe acogerse, no reprimirse”.